Hace 15 meses la Junta Rectora de la Mutualidad de Previsión Social propuso la disolución de la entidad alegando una mala situación económica agravada por la dificultad de adaptación a la nueva ley de seguros. A cambio, la empresa asumiría las prestaciones por enfermedad y discapacidad. La mayoría nos opusimos y decidimos seguir adelante, subiendo la cuota y exigiendo asumir sus responsabilidades a Michelin. Al parecer, ahora la Dirección General de Seguros (DGS) ha impuesto un plazo a la Junta Rectora, bajo amenaza de multa y retirada de licencia, para disolver la MPS en caso de no adecuarse a los estrictos requisitos legales, hasta ahora incumplidos en gran parte por el abandono y desinterés del socio “protector”, MICHELIN. Y ahora la empresa se niega a asumir las prestaciones pre acordadas anteriormente . Las personas lo primero….En sus inicios, Michelin se comprometió a aportar a la Mutualidad la misma cantidad que aportaban los y las trabajadoras asociadas a esta. A día de hoy tal cantidad supone menos de un tercio de lo que aporta cada soci@. Las personas lo primero….Anteriormente, al firmar el contrato, automáticamente la empresa nos ofrecía asociarnos a la MPS. Desde hace unos años no lo hace con todo el mundo, dejando desprotegidas a algunas personas sin acceso a beneficios sociales. Las personas lo primero…. Según el artículo 11 de los estatutos de la MPS, Michelin debe asumir todos los gastos de gestión. A día de hoy aporta un administrativo para todo MEPSA y no se hace cargo de los gastos externos (gestoría, asesoría, consultoría…). Las personas lo primero….El colectivo mensual (oficinas) cobra el 100% de su salario desde el primer día de baja. No así el colectivo horario, que tan solo cuenta con un pequeño complemento IT en caso de ser soci@s de la MPS. Un agravio comparativo entre colectivos, que para colmo podría empeorar en caso de disolverse la Mutualidad.